En la actualidad los equipos de aire acondicionado cuentan con las mejores tecnologías y son de gran calidad, pero eso no significa que, con el paso del tiempo o por un mal mantenimiento, puedan presentar alguna avería.
Una de las más comunes es que el aire acondicionado no enfría correctamente o no alcance la temperatura deseada. Este problema puede tener varias causas: desde una simple obstrucción en los filtros hasta una fuga de gas refrigerante. En este artículo te explicamos por qué ocurre, cómo detectarlo y qué soluciones existen para que tu equipo vuelva a funcionar con normalidad.
1. Fuga de gas refrigerante
Si tu aire acondicionado no enfría, una de las causas más frecuentes es una fuga de gas refrigerante. El gas es el encargado de absorber el calor del ambiente y expulsarlo al exterior. Si existe una pérdida, el circuito no puede realizar correctamente el intercambio térmico.
Estas fugas pueden localizarse en diferentes zonas:
En la instalación frigorífica, debido a una soldadura defectuosa o al paso del tiempo.
En la unidad exterior, especialmente en los empalmes o válvulas de servicio.
En la unidad interior, por microfisuras o conexiones sueltas.
Un síntoma típico es que el equipo parece funcionar, pero el aire sale a temperatura ambiente o ligeramente fría. También puede escucharse un silbido o verse escarcha en los tubos del split.
La única solución segura es contactar con un técnico especializado en aire acondicionado en Zaragoza para revisar la presión del gas y realizar una recarga si es necesario. Nunca se debe manipular el circuito sin formación, ya que se trata de gases presurizados.
2. Filtros de aire sucios
Otra causa muy habitual de que el aire acondicionado enfríe poco son los filtros obstruidos. Estos filtros retienen el polvo, el polen y otras partículas para mantener el aire limpio, pero si no se limpian periódicamente, reducen el flujo de aire y hacen que el equipo pierda eficiencia.
Cuando los filtros están sucios:
El aire que circula hacia el evaporador es insuficiente.
La presión de gas disminuye.
El equipo consume más energía y se recalienta.
Es fundamental realizar una limpieza de filtros cada 15 o 30 días en temporada de uso intensivo. Basta con retirarlos y lavarlos con agua tibia y jabón neutro.
En ocasiones, el problema no está en los filtros ni en el gas, sino en el ventilador de la unidad interior.
El ventilador puede acumular polvo o grasa, especialmente en ambientes donde hay humo, vapores o aerosoles (como en locales comerciales, fábricas o viviendas de fumadores). Esto provoca:
Menor caudal de aire expulsado.
Ruidos inusuales o vibraciones.
Flujo de aire irregular o insuficiente.
Para solucionar este problema se debe limpiar cuidadosamente el rodete del ventilador y las aspas. Si el motor está dañado o bloqueado, será necesario sustituirlo.
4. Intercambiadores sucios
Los intercambiadores de calor (evaporador y condensador) son elementos clave del sistema. El intercambiador interior se encarga de enfriar el aire del ambiente, mientras que el exterior expulsa el calor al entorno.
Cuando están sucios, la transferencia térmica se reduce drásticamente. En el evaporador puede provocar hielo o escarcha en los tubos, y en el condensador, un aumento de consumo eléctrico y pérdida de rendimiento.
Para evitarlo, se recomienda una limpieza con aire a presión o productos específicos, realizada por un técnico. En ningún caso debe rascarse la superficie de las aletas, ya que son muy delicadas y pueden deformarse.
5. Problemas eléctricos o electrónicos
Otra causa por la que el aire acondicionado no enfría puede ser un fallo eléctrico. Los componentes electrónicos que controlan el compresor o el termostato pueden averiarse con el tiempo o debido a picos de tensión.
Síntomas comunes:
El aparato se enciende pero no arranca el compresor.
Las luces parpadean o el sistema se apaga solo.
El mando a distancia no responde correctamente.
En estos casos es necesario revisar la placa electrónica y las conexiones internas. Un técnico podrá determinar si el problema está en la tarjeta, el sensor de temperatura o el condensador de arranque.
6. Termostato o sensor de temperatura defectuoso
Si el aire acondicionado enfría poco o corta antes de tiempo, es posible que el termostato esté desajustado o el sensor de temperatura esté averiado.
Esto hace que el equipo “piense” que ya ha alcanzado la temperatura programada cuando no es así. Un técnico puede calibrar o reemplazar el sensor para que el sistema vuelva a medir correctamente la temperatura ambiente.
7. Falta de mantenimiento general
Muchos de los problemas anteriores se deben a un mantenimiento insuficiente. Un mantenimiento preventivo del aire acondicionado incluye:
Limpieza de filtros, bandeja de condensados y rejillas.
Comprobación de fugas de gas y presión del circuito.
Medición de la temperatura de salida y consumo eléctrico.
Revisión de ventiladores, rodamientos y contactos eléctricos.
Realizar este mantenimiento al menos una vez al año evita el 80 % de las averías y mejora el rendimiento del equipo hasta un 30 %. Además, prolonga su vida útil.
8. Otros motivos menos comunes
En algunos casos, la causa de que el aire acondicionado no enfríe puede estar en factores externos o estructurales:
Puertas o ventanas abiertas que dejan escapar el aire frío.
Espacios demasiado grandes para la potencia del aparato.
Mal aislamiento térmico en paredes o techos.
Ubicación incorrecta del split (demasiado alto o con obstáculos delante).
Evaluar estas condiciones también es importante para mejorar la eficiencia del sistema.
Consejos para evitar que el aire acondicionado deje de enfriar
Limpia los filtros de aire cada 2 o 3 semanas durante el verano.
Mantén limpia la unidad exterior y evita que se acumulen hojas o polvo.
No ajustes la temperatura por debajo de 22 °C: no enfriará más rápido y solo consumirá más energía.
Revisa periódicamente el nivel de gas refrigerante.
Contrata una revisión anual con un técnico certificado.
Un mantenimiento adecuado garantiza que tu equipo funcione siempre en condiciones óptimas, reduciendo el consumo y evitando averías costosas.
¿Cuándo llamar a un técnico de climatización?
Si tu aire acondicionado no enfría ni tras limpiar los filtros o notas olores, ruidos o fugas, lo más recomendable es llamar a un profesional.
En Refrigeración Mínguez contamos con técnicos especializados en reparación de aire acondicionado en Zaragoza capaces de diagnosticar y solucionar cualquier tipo de avería. Revisamos compresores, termostatos, circuitos de gas y ventiladores para restablecer el rendimiento original de tu equipo.
Conclusión: un mantenimiento preventivo es la clave
Cuando el aire acondicionado no enfría, no siempre significa que esté averiado. En la mayoría de los casos, una limpieza profunda y una revisión técnica bastan para recuperar su potencia y eficiencia.
Recuerda que un buen mantenimiento no solo previene averías, sino que también mejora la calidad del aire, reduce el consumo eléctrico y prolonga la vida útil del equipo.