Evitar las averías en el aire acondicionado no solo prolonga la vida útil del equipo, sino que también permite mantener un consumo eficiente y un rendimiento óptimo. Muchos usuarios se centran únicamente en la potencia o la marca del aparato, olvidando que un correcto mantenimiento preventivo y una buena limpieza del split son factores determinantes para su durabilidad.
El mantenimiento regular del aire acondicionado es esencial para prevenir averías costosas y evitar una pérdida progresiva de eficiencia. Los equipos actuales incorporan tecnología avanzada, como sensores de presencia o sistemas inverter, que requieren limpieza y verificación periódica para funcionar correctamente.
Un aparato sucio o mal calibrado puede consumir hasta un 20 % más de energía, reduciendo el confort y aumentando la factura eléctrica. Además, una revisión profesional permite detectar pequeñas anomalías antes de que se conviertan en averías graves.
Las averías más comunes suelen estar relacionadas con el uso continuado, la acumulación de suciedad o un mantenimiento deficiente. Conocerlas permite actuar a tiempo y prevenir daños mayores.
Los filtros sucios son responsables de gran parte de las averías. Cuando el aire no circula correctamente, el sistema trabaja con más esfuerzo, provocando sobrecalentamientos y fallos en el compresor. Es recomendable limpiar los filtros cada dos o tres semanas durante la temporada de uso intensivo.
Las fugas de gas suelen deberse a conexiones defectuosas o al desgaste natural de los conductos. Cuando el gas se reduce, el equipo enfría menos, tarda más en alcanzar la temperatura deseada y puede sufrir daños en el compresor. Un técnico cualificado debe revisar la presión del circuito y reponer el gas si es necesario.
Los fallos en la placa electrónica o en los sensores pueden causar bloqueos del sistema o encendidos intermitentes. Estas averías requieren diagnóstico especializado, ya que los aparatos modernos incluyen electrónica sensible que no debe manipularse sin conocimientos técnicos.
El tubo de drenaje puede acumular polvo o moho, provocando goteos o fugas de agua. Limpiar periódicamente el desagüe evita malos olores y bloqueos que podrían dañar el equipo.
Cuando existe comunicación térmica entre interior y exterior, el aire acondicionado trabaja a mayor potencia, generando un desgaste prematuro. Contar con un buen aislamiento térmico reduce la carga de trabajo del aparato y mejora la eficiencia general.
Adoptar hábitos de mantenimiento sencillos puede alargar considerablemente la vida del equipo. Los siguientes consejos son aplicables tanto a sistemas split como a multi-split y aparatos portátiles.
La limpieza del split es una tarea sencilla que puede realizarse con precaución. Es fundamental desconectar el aparato antes de manipularlo.
Los nuevos aparatos de climatización incluyen funciones inteligentes que no solo mejoran el confort, sino que también prolongan su vida útil.
Este modo ajusta la potencia de funcionamiento según la temperatura real del ambiente, reduciendo el esfuerzo del compresor. Mantenerlo activo en días de uso prolongado puede disminuir la probabilidad de sobrecalentamientos.
Algunos modelos disponen de una función que seca y limpia el interior del evaporador tras cada uso, evitando la acumulación de humedad y moho.
Programar el encendido y apagado automático evita que el aparato funcione más tiempo del necesario. Esto reduce el consumo eléctrico y el desgaste de los componentes.
Las clasificaciones energéticas A, A+ o A++ indican un menor consumo y mejor rendimiento, pero su eficiencia real depende del uso y mantenimiento. Incluso los mejores equipos pueden perder rendimiento si no se limpian o calibran correctamente. Un aparato bien mantenido puede consumir hasta un 40 % menos energía que uno sucio o con fugas.
Los sistemas inverter ajustan la velocidad del compresor según la demanda. Una avería en el inverter puede provocar ruidos, vibraciones o consumo excesivo. La revisión periódica por parte de profesionales es fundamental.
Hay situaciones en las que la intervención de un técnico especializado es imprescindible:
Un técnico certificado podrá diagnosticar fallos eléctricos, comprobar la carga de gas y realizar una limpieza interna profunda del evaporador y condensador. Estas tareas no deben realizarse sin experiencia, ya que podrían dañar el equipo.
Algunas prácticas habituales reducen la vida útil del aparato sin que el usuario lo perciba:
El mantenimiento preventivo aporta múltiples beneficios tanto económicos como ambientales:
Evitar averías en los aparatos de aire acondicionado es posible si se combina un uso responsable con una correcta limpieza y mantenimiento periódico. Mantener los filtros en buen estado, revisar el gas refrigerante, limpiar los conductos y contar con profesionales cualificados son acciones clave para prolongar la vida del equipo y ahorrar energía.
Si notas un funcionamiento anómalo, ruido o pérdida de potencia, no esperes a que el problema sea mayor. Consulta con un servicio técnico especializado en aire acondicionado y climatización para mantener tu sistema siempre a punto y disfrutar del máximo confort durante todo el año.